Hacer una reforma integral puede ser una experiencia transformadora o un caos total. Y créeme, la diferencia está en cómo empiezas. Si vas sin un plan, sin números claros y sin rumbo… vas a acabar pagando el triple y perdiendo los nervios.
Aquí no venimos a venderte humo. En InterioDeco lo hacemos distinto: te ayudamos a organizarte desde el minuto uno, con un plan realista y un presupuesto que no se dispara. Y, sobre todo, adaptado a ti. A cómo vives, a cómo sueñas tu casa. Porque una reforma no va de paredes: va de ti.
Vamos paso a paso.
Lo primero: ¿Por qué necesitas una buena planificación para tu reforma integral?
Porque improvisar sale caro. Y no solo en dinero. También en tiempo, energía y dolores de cabeza.
Planificar tu reforma integral es saber lo que quieres, cuándo lo quieres y cuánto puedes gastar sin sustos. Es la diferencia entre una reforma que suma y una que resta.
Antes de tocar nada, observa tu casa
No te lances a cambiar suelos o tirar tabiques sin mirar bien. Pregúntate cosas simples:
- ¿Qué no funciona en tu día a día?
- ¿Qué cambiarías si pudieras?
- ¿Qué espacios ni usas porque no te aportan nada?
Haz una lista. Es tu punto de partida.
Presupuesto para reforma integral: Cómo no morir en el intento
Vamos con lo delicado: el presupuesto. No hay magia. Reformar cuesta. Pero con cabeza y previsión, puedes controlar mucho más de lo que imaginas.
Empieza definiendo tu límite. Y a eso, súmale un 10-15% para imprevistos. Siempre hay algo. Una tubería, una grieta, un cambio de última hora. Pasa hasta en las mejores familias.
Qué incluye un presupuesto de reforma realista
No te fíes de cifras redondas sin desglose. Estas son las partidas básicas que deberías ver:
- Demoliciones y desescombro
- Instalaciones: luz, agua, gas
- Revestimientos: suelos, paredes
- Carpintería: puertas, ventanas, armarios
- Cocina y baño
- Pintura y acabados
¿Te dan un presupuesto cerrado y todo bonito sin detalle? Sospecha.
Trucos para estirar el presupuesto sin renunciar a lo que te gusta
Aquí es donde entra la experiencia. Y el gusto. Porque no se trata de gastar menos, sino de invertir mejor.
- No todo lo caro es lo mejor. Pero lo barato suele salir caro.
- Reutiliza si puedes: una puerta antigua puede ser un puntazo.
- Invierte en lo que más usas: cocina, baño, almacenaje.
- Decide rápido. Cambiar de opinión en mitad de la obra cuesta pasta.
Y sobre todo: déjate asesorar. Para eso estamos.
El calendario de tu reforma integral: Realismo ante todo
Una cosa es lo que imaginas. Otra, lo que pasa. Por eso necesitas un calendario claro, con tiempos realistas, y un equipo que te diga las cosas como son.
Las fases (más o menos) de una reforma integral
Esto es lo habitual:
- Diseño, permisos y licencias – Entre 2 y 4 semanas.
- Demoliciones y estructuras – Hasta 2 semanas.
- Instalaciones y cableado – Otras 2.
- Acabados, pintura, muebles – De 3 a 6 semanas.
Todo depende del tamaño de la reforma. Pero lo importante no es la velocidad: es que el resultado merezca la pena.
¿Qué puede retrasar tu obra?
Lo inesperado. Pero muchas veces también lo que depende de ti:
- Cambios de idea de última hora
- Materiales que no estaban en stock
- Fallos del edificio que no se veían a simple vista
- Licencias que tardan
Por eso, tener un equipo que sabe gestionar todo eso no es un lujo: es básico.
Reformas con sentido: Adapta tu casa a cómo vives tú
Cada casa es distinta. Pero sobre todo, cada persona lo es. Por eso, una buena reforma no sigue un catálogo. Sigue tu ritmo, tus rutinas y tus planes a futuro.
Piensa en tu día a día antes de pensar en azulejos
¿Trabajas desde casa? Necesitas una zona con buena luz.
¿Tienes hijos? Suelos resistentes y espacios abiertos.
¿Cocinas mucho? La distribución lo es todo.
¿Odias el desorden? Haz que el almacenaje forme parte del diseño.
Lo bonito también puede ser funcional. Lo funcional también puede emocionar.
Por dónde empezar tu reforma integral: Resumen rápido
- Observa tu casa y detecta lo que no encaja.
- Define tu presupuesto y deja margen.
- Inspírate y encuentra tu estilo (Pinterest está bien, pero no es la vida real).
- Confía en profesionales que escuchen más de lo que hablan.
- Sigue el plan, pero con flexibilidad.
Lo esencial: Tu casa, tu estilo, tu plan
Una reforma integral bien pensada no tiene por qué ser un caos. Puede ser justo lo contrario: el comienzo de algo muy tuyo.
En InterioDeco no hacemos reformas en serie. Hacemos casas vividas. Espacios con alma. Con personalidad. Con intención.
¿Te animas a dar el paso? Lo planificamos contigo. Lo diseñamos contigo. Y lo hacemos posible para ti.
